no son enchiladas, ni cupcakes.

Seguramente a los que me han preguntado "¿Cómo crees que estará el panorama de la cerveza artesanal durante este año?" Les he contestado con lo mismo: que va a explotar la primera burbuja de brotar cervecerías al por mayor. Y no es sorpresa, digo ¿a quien no le gustaría vivir de hacer cerveza? o mejor aun, ser maestro cervecero, la gloria, la fama, el varo. Suena bonito, pero desafortunadamente ser cervecero involucra mucha limpieza y poco de rockstar. 

Tal vez sea una mala percepción mía, pero al menos a nivel local veo que hay más gente interesada en empezar a hacer cerveza a nivel comercial (sin haber pasado por lo casero) que integrantes nuevos uniéndose a Regios Maltosos (grupo de homebrewers en Monterrey). Creo que (y repito, percepción mía) desafortunadamente, el hacer cerveza está cayendo como el hacer pasteles en casa para vender.  

No me mal entiendan, hacer pasteles caseros es divertido (y sabroso), al igual que hacer cerveza lo cual es un gran hobby (y sabroso) y los homebrewers son esenciales para el crecimiento de esta industria pues de ahí saldrán muchas de las futuras cervecerías. Cuando se queda en hobby todo está bien, pero ¿Qué sucede con los caseros que ya se atreven a vender sus cervezas copiando mucha de la estrategia de estas personas que venden pasteles y cupcakes bajo pedido? Si, todos conocemos alguien así. 

Muchos casos gana la pasión, el aura artesanal, el aire bohemio del proceso, lo crafty y su discurso poético, ese que nos hace olvidar que al final esto es un negocio y que hacer cerveza, al menos a nivel comercial (y por comercial quiero decir cualquier producto que se venda), necesita una inversión. No niego que con una olla de aluminio, un par de botellones de vidrio y una impecable higiene puedas hacer una buena cerveza (o sea, constante y sin sabores indeseables) y en lo personal muchas de las mejores cervezas mexicanas que he probado vienen de homebrewers, pero ya de ahí brincar a querer vender tu cerveza, no sé, me haría ponerte como los cupcakes de la cerveza. 

  Leía en una etiqueta de una cerveza mexicana: "Porque el beber cerveza nunca antes fue para valientes" y tiene razón, muchas veces se necesita valentía para probar de las nuevas propuestas que surgen exponencialmente pero más valentía aun se necesita para decirles las verdades, por las cuales a uno, por más objetivo que se sea, lo terminan fichando de mamón.  

Regresando al tema, si, hacer cerveza es apasionante, divertido y tiene mucho misticismo (en mi opinión, malamente) a su alrededor, pero hay que sentarnos y ser objetivos con lo que hacemos, con nuestros bebés y pensar ¿Realmente vale la pena venderlo cuando aun estoy haciendo lotes de 20 litros en mi cochera? y preguntarte a ti mismo ¿la comprarías? Porque piensa en el caso que si, haces un producto espectacular en tus primeros lotes, lo empiezas a mover y te piden más y vuelves a hacer tu receta, y luego se corre la voz y te piden más y ya hacer 20 litros no basta y tiene que comprar equipo más grande y escalar tu receta, pero tu experiencia como homebrewer es poca, entonces te dejas llevar con la idea de que escalar una receta es sólo una regla de tres (si pasó, conocí a alguien así) y tu cerveza ya no sabe igual, y en lo que haces los ajustes tus pedidos siguen llegando. Y claro, a eso agrégale tu trabajo regular porque sería poco probable que vivas sólo de ser homebrewer que vende sus cervezas. 

En otras palabras ¿quieren que te tomen en serio como cervecería? Primero tu deberías de tomártelo enserio.  

Nos estamos leyendo 

Eslem Torres