jueves, 16 de julio de 2015

#beerlievers Tour of Awesome Vol. 3 – Día 3

Para el tercer día despertamos temprano para uniformamos e irnos la que yo llamo “La Catedral de Nuestra Señora de Stone”, pero antes y como lo dicta mi rutina matutina tenía que ir por un café, del que fuera, hasta Andatti del OXXO porque sin cafeína no funciono. Para mi fortuna y los que si se levantaron temprano el buen Mike de Amante de la Buena Cerveza nos tenía una sorpresita, un café con piquete ¡Y QUE CAFÉ! Era una Beer Geek Speedway, colaboración entre AleSmith y Mikkeller hecha con el famoso Kopi Luwak, sí, el café que se come la zarigüeya y luego lo desecha y se vende carísimo, ese mero porque ya saben #exótico, #finos. Algo ruda para empezar la mañana pero no por menos deliciosa.




Subimos al shuttle de la diversión y tomamos camino rumbo a Stone Brewing Company.

Llegamos unos minutos temprano por lo que nos pusimos a hablar sobre las puertas a los jardines del Edén, les platiqué a unos sobre la piedra de fumar y sobre la cerveza que hicieron para construir la pared de donde estábamos ya saben, puros datos para hacerme el interesante. Se dieron las 11am en punto y las puertas se abrieron ¡Y NOS VOLVIMOS LOCOS! Directo a la tienda de suvenires a echar el ojo cuando llegó Nickie Peña quien amablemente nos dio el tour por las instalaciones de la cervecería, contándonos de los proyectos que tienen, cervezas que piensan lanzar y sobre su crecimiento en la industria. Desconozco la cantidad de fermentadores y la capacidad pero estoy seguro que Stone Brewing Company es la más grande que visitamos y mira que Green Flash no es pequeña.







Después del tour en las instalaciones de Stone regresamos a la tienda de suvenires donde también están las cervezas para probar after tour, en primera nos tocó Stone Go To IPA, una de las pocas session IPA que me ha gustado y que agradecí mucho para ser la primera, siguió Pale Ale 2.0, la actualización de la primera cerveza que manejó Stone Brewing Company cuando inició ahora con lúpulo alemán y a mi gusto una Pale Ale mucho más clásica, menos agresiva pero a mi gusto no algo que pediría. Siguió la clásica Smoked Porter que me gusta mucho más probar aquí porque el ahumado es mucho más notorio por alguna razón que las embotelladas que nos llegan a Texas ¿será el viaje? ¿El tiempo? ¿La paseada de las botellas? Desconozco. Terminamos con la Delicious IPA, una cerveza diseñada para ser reducida en Gluten lo cual me parece una idea estupenda pues si me han tocado clientes que son celiacos y pues nunca sé que puedo ofrecerles sin perjudicarlos, unas notas muy curiosas a limón y menta que me daban antojo de mezclar esta cerveza con un mojito pero eso era antojo.




Nos pasamos al restaurante para comer y seguir bebiendo. Aunque estamos en el Stone Brewing World Bistro & Gardens tienen una carta de cerveza invitadas en barril y botella que no le envidiaría nada a otros bares de la ciudad así que para acompañar mi comida pedí la Stone Saison y de paso una Supplication de Russian River porque ¡PUCKER UP! (y no es broma, nomás de escribir Supplication de Russian River se me está haciendo agua la boca). En serio, probé bastantitas Sour en este viaje y el balance, complejidad y equilibrio de Russian River no lo encontré en ninguna otra.






Agradecemos un chingo a Nickie por todo los que nos apoyó para este tour y por las cervezas que nos obsequió, ya me las quiero tomar.



Pasamos a la tienda a resurtir cervezas, playeras, gorras, vasos, lo que se nos pegara en el camino, subimos al autobús y nos dirigimos a otro clásico, Lost Abbey / Port Brewing o como me gusta llamarla “La Capillita de San Mongo el Gato”.

La verdad es que mucho de lo que estaba en la pizarra ya estaba OUT así que me quedé con las ganas de probar mucho de Lost Abbey que no había probado pero aproveché que estaba su House Wild, nada mal. Ya para no perder costumbre pedí un sampler de Older Viscosity (porque no venden media pinta) y una media pinta de Serpent’s Stout para sentirme en el mood eclesiástico.








Aquí entró otra sorpresa, tomamos el Autobús Mágico hacia una cervecería no planeada… Toolbox Brewing Company la que fue sin duda mi crush del viaje, lástima que no todos pensaron lo mismo. Esta cerveza tiene poco en el mercado local y es la primera cuya producción está dedicada 100% a hacer sour ales. Este tipo de cervezas ácidas son difíciles de encontrarles el gusto sobre todo a los mexicanos que somos de un paladar tan dulcero (no por nada somos el país que más consume refresco) pero una vez que les encuentras el gusto es difícil dejarlas once you go sour you’ll never go back. Mi favorita fue la X-Lupus, una Blonde Wild Ale con blueberries, imperdible. Mención especial para la Peachin’ Camaro la cual Mudo fue el único en entender la referencia pero que no estaba nada, nada mal.







Regresamos a nuestro itinerario y paramos a la última cervecería que visitaríamos en San Diego, Belching Beaver Brewery la cual hemos mencionado un par de veces por su Peanut Butter Milk Stout o como me gusta llamarla “la cerveza que sabe a los Reese’s” por lo que me pedí una de esas en media pinta y otra media de su Berliner Weisse, para seguir con la temática de lactobacilos. La verdad es que ya estaba sintiendo el rigor de este maratón por lo que me fui al patio a sentarme a mis anchas, beber mi cerveza y creo que en algún momento me quedé dormido pero si no lo recuerdo no pasó.






Después de fotos con el señor castor tomamos el autobús de regreso porque ya era hora de despedirnos de San Diego y empezar la noche en Tijuana.



Llegamos a nuestra tierra, a México, nuestro México pisando base en El Tigre Bar para seguir probando cervezas locales, algunos nos brincamos al tasting room de Fauna que estaba literalmente a la vuelta cuya Saison con Brett se notaba muy sabrosa, pero ya no podía darle más que un sorbo y me rendí y me puse a rezar por ustedes condenadotes. Ya para no romper la tradición pasamos a cenar al Sótano Suizo donde muy a nuestro pesar no había cerveza de la casa pero igual le entramos con singular alegría a su famoso Sótano Dog.





Bebidos, cenados y evidentemente agotados nos dirigimos al hotel para descansar y con la misma amenaza de que el autobús sale temprano, estén o no despiertos porque al día siguiente partíamos a un nuevo escenario para el tour, Ensenada; pero de eso platicamos mañana.

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