Otra vez me la voy a jugar como abogado del diablo, espero no perder fanses.
Podremos decir lo que quieran de las lagers industriales pero estas cervezas son la bebida más noble que hay en todo el planeta, nos guste admitirlo o no. Pocas bebidas hay en las que puedes encontrar al director general de X empresa y al obrero de la misma bebiendo el mismo producto (aunque muy probablemente no compartiendo el momento y en lugares bastante diferentes) y disfrutándola igual. Alguna vez me dijo Sergio Gutiérrez, de Cerveza Bocanegra, que esta bebida es un premio y nada para sentir que te la ganaste como un largo día de trabajo y le das el primer sorbo a la primera cerveza del día.
Al consumidor real, ese que domina 99.95% del mercado nacional, no le interesa aun sobre estilos, familias, ingredientes, forma correcta de degustación y la apropiada cristalería para su presentación, a este consumidor la cerveza NO es el plato fuerte de su noche, es un ingrediente más para disfrutar el momento, ya sea cenando en su casa, en la cantina con sus amigos o donde sea que hoy en día la gente beba cerveza (en la preparatoria yo tomaba en la calle, pero creo que eso no es legal en México).
Si tengo que ser un poco sincero la razón por la cual deje muy abandonado el blog el mes pasado era porque llegaba algo fastidiado a mi casa y lo último que quería era ponerme a "trabajar", lo único que quería era sentarme en mi cuarto, poner algún álbum que me guste mucho y abrir una cerveza, independientemente si fuera una Carta Blanca (que yo seguiré defendiendo que es una muy buena lager a pesar de su famita de pa los albañiles) o algo más artesanal, para mi era el premio a un día de trabajo. No me importaba el balance, la variedad de lúpulos y maltas utilizados ni mucho menos me interesaba ponerme a escribir notas de evaluación sobre lo que estaba tomando ¿para que? ¿por qué arruinar el momento? La vida es demasiado corta para tomar cerveza mediocre, dice uno de los vasos que tengo en casa, pero también es demasiado corta para estarse preocupando siempre por sus características organolépticas.
A mi no me sigue cayendo bien la idea el fanatismo cervecero cual culto necio que está aferrado que su visión es la correcta y debe imponérsela a todo el mundo, no todos necesitan saber de estilos, de familias, de ingredientes, la mayoría de la gente sólo necesita saber si les gusta o no que al final es lo importante. No digo que la mejor cerveza es la que a ti te gusta, esa es una mamarrachada, pero no del todo descabellada, aunque yo agregaría la mejor cerveza de las que has probado es la que a ti te gusta. Me toca escuchar cada personaje que la cerveza que probó en X lugar es la mejor cerveza del mundo (y que no es más que la lager adjunta del país del que habla), pero esto es causado a algo llamado nostalgia más que por la cerveza en si. Luego hablaré de ese tema.
Creo que por eso el tema sobre cerveza artesanal en Europa tiene conflicto. La definición de craft beer llegó a América pues no teníamos una tradición cervecera fuera de las lagers industriales. Cuando empezaron a nacer estos pequeños productores de especialidades tenían que definirse del resto. En Europa es diferente, los estilos ingleses, alemanes y checos siempre han existido, no es nada nuevo, por eso mismo causa tanto conflicto que ahora se les quiera etiquetar como un producto nuevo y concepto que realmente fue creado por los gringos.
Pensará usted, querido lector, sobre que estoy siendo un doble moral en estos momentos pues critico algo de lo que soy parte. Claro en In Cervesio Felicitas organizamos catas, hicimos un par de micro festivales el año pasado y que seguramente repetiremos en este 2014 y por supuesto me encanta hablar sobre la vida y obra de la cerveza, de hecho un amigo tuvo que soportarme hablando durante toda una comida sobre el lugar de la mujer en la cerveza, tema que me ha apasionado desde que escribí aquel post de noviembre ya que me encanta la cerveza y las mujeres. Pero aquí está el detalle, no lo hago para quererle imponer mi visión del mundo a estas personas, pero el error que cometen todos, los que van a las catas, los festivales y que les toca la clase de historia cervecera al hablar conmigo es que ellos se lo buscaron, ellos van y me preguntan, quieren aprender, quieren conocer y ver más allá de la cerveza en el vaso y para eso estamos nosotros, no para obligarlos a entrar a nuestro culto, sino que, si están interesados, guiarlos un poco.
Debemos estar consientes que a la gran mayoría no le interesa todo lo que está detrás de esa cerveza que está tomando, sea lager industrial o cerveza artesanal, solo quieren disfrutarla y ya, aunque a veces nos cueste trabajo aceptarlo.
La verdad es que este tema sobre lo noble y nada elitista que es la cerveza lo tenía en la yema de los dedos desde hace semanas pero no encontraba la forma de plasmarlo. No fue hasta que compré el libro The Unbearable Nonsense of Craft Beer de Alan y Max que con el primer acto me dio en el clavo para saber como llevar este post. El libro es corto así que espero para la próxima semana compartirles mi opinión sobre este, que sabiendo que la visión que tienen ambos autores sobre la cerveza la comparto en muchos puntos, estoy convencido que me va a atrapar de sobremanera.
Nos estamos leyendo
Eslem Torres
Muy de acuerdo con el post! Excepto con la parte de Carta Blanca siendo una buena lager, a mi me sabe como a cartón viejo.
ResponderEliminarExcelente post Eslem... deberías escribir para las grandes ligas jaja
ResponderEliminargracias, pos yo escribo pal que me invite a participar... normalmente nadie me invita, snif.
Eliminar"Me toca escuchar cada personaje que la cerveza que probó en X lugar es la mejor cerveza del mundo (y que no es más que la lager adjunta del país del que habla), pero esto es causado a algo llamado nostalgia más que por la cerveza en si."
ResponderEliminarCoincido totalmente, mi estimado. Parafraseando a García Marquez: "La mejor cheve no es la que uno probó, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla".
Porque luego hay cada Lady Condesa que prueba cada porquería de brebaje (ni merecen el título de cerveza) y dice que sólo la aprecia quien tiene "paladar exquisito".
En fin. Yo afortunadamente puedo decir que tengo el paladar arruinado. :-)
Buen post Eslem.
Saludos.
Asi es amigos la cerveza es un premio que todos nos merecemos no importa el tamaño del bolsillo.
ResponderEliminarY hay una para cada ocasión.
Si algo aprendi en mis 7 años envasando lagers industriales es que la cerveza es mucho mas que el liquido en si.
Depende del momento, el clima, tus gustos, tus recuerdos y tus expectativas.