un paladar exquisito.

Hace un par de años salía en FOX una serie patrocinada por AXE y diseñada por Milo Manara llamada City Hunters, historia que nos habla de Axel un joven común que acaba de perder a su novia llamada Romina, pero su vida cambia al conocer al Dr. Lynch. Juntos recorrerán la ciudad con un único objetivo: conquistar todo tipo de mujeres y lograr que Axel se convierta en un "seductor absolutis". Bueno a eso me suena cuando alguien dice paladar exquisito.  

Carlos Cohen de buenavida escribió sobre Jack Stout con el cual comparto en lo absoluto esa descripción. Entre los comentarios apareció uno que decía: "A mi parecer es una excelente cerveza, de un sabor delicioso que no cualquiera sabe distinguir solo la gente de paladar exquisito." Así que quise hablar sobre esto, sobre la exquisitez del paladar. 

Primero tendríamos que definir que es un paladar exquisito ¿alguien que nació con mayor sensibilidad en el paladar? ¿una persona experimentada en el probar diferentes gamas de sabores? El paladar exquisito ¿nace o se crea? si este es de nacimiento ¿podrá una persona que al haber nacido con el paladar exquisito poder distinguir algo exquisito si su dieta se ha basado de alimentos que no entran en la escala alta de la exquisitez? y si este tipo de paladar se forma ¿cualquiera lo puede lograr? o mejor aun ¿Cuál es el camino a seguir para llevar al limite de la exquisitez a nuestro paladar? Me siento, reflexiono y me cuestiono al respecto. 

Otras de las cosas que pasa en el beergeekismo irracional es que creemos que nuestro gusto es absoluto, que si a ti te gusta una cerveza ya es buena, que si no te gusta es mala y que si a alguien no le gustó lo que a ti esta persona no tiene buen gusto.  Hay una línea, a veces algo difícil de definir, entre saber diferenciar lo que está bien hecho, lo que es bueno y lo que nos gusta, que no necesariamente deben cumplirse todas, por ejemplo para mi es bien difícil que me guste una Hefeweizen, pero conozco el estilo y como debe ser en sus características y aunque es poco probable que te diga "me gusta esta Hefeweizen" si podría recomendarte una si me dices que a ti te gustan, aunque claro, te diría también que no soy la mejor persona a la cual pedirle una opinión al respecto. Pero ese soy yo. 

Algunas situaciones también tienen que ver con el hype, tema del que se discutió en el The Session pasado, el primero de este año (y que no participe porque seguía en mi huelga personal). Cuando una cerveza te la platican demasiado y la ponen en un pedestal tus expectativas van subiendo, si un considerable numero de personas te la presumen como el santo grial de X estilo es por algo, piensas tu, entonces tu mente hace todas estas innecesarias expectativas que por lo regular terminan no cumpliéndose. Me pasó con una famosa IPA mexicana que tanto escuchaba de ella que cuando por fin la pude probar fue una IPA muy buena, pero nada que me tronara la cabeza. Algo similar le paso a Nicole de Tasting Nitch con una cerveza de abadía que todos le platicaban y que resulto estar, a su gusto, muy meh, acto que hizo que la tacharan de "no tener la experiencia necesaria para disfrutar una cerveza con esas características". 

Esto es, por supuesto, absurdo, algo que comprobamos de primera mano en el #beerliever Tour of Awesome Vol.1 (y que ya estamos planificando el Vol. 2 para verano de este año). Cervezas que sabemos son vacas sagradas de las IPA californianas las probaban varios cuya experiencia cervecera no era tan amplia y sin embargo te podían decir, tal vez mas sinceramente que nosotros los afectados por el hype, que tal les pareció esa cerveza. 

Regresando al paladar exquisito hay que decir que desafortunadamente no es el primer caso que he visto que a una cerveza que muestra evidentes notas de un defecto se le defiende diciendo que no es una cerveza para cualquiera, lamentable argumento, me dueles México. 

Al final, los paladares exquisitos no se crean ni se destruyen, sólo se presumen. 

Nos estamos leyendo 

Eslem Torres.