
¿La solución? Le hable a un par de amigos que si nos las tronábamos ese mismo día porque si no quien sabe cuánto iban a durar haciendo fila.
Afortunadamente ya se me quitó otra de las grandes mañas cerveceras que tenía, el comprar cheve para meterla en la cava, pero después del #OfrendaGate ya no he querido meter nada nuevo, aún conservo un buen par de botellas en ella pero no pienso estar creciéndola en el futuro cercano.
Yo compro cerveza porque quiero, no tanto por impulso, quiero una cerveza que sé no tengo en mi casa me la llevo y ya, sobre todo si sé que no la he publicado en este blog y necesito cervezas nuevas porque ya se me están acabando los post programados, así como ahorita. Eso de dejar de ir por cerveza a Laredo me está poniendo malito de mis post cerveceros, snif. ¡PERO NO SE PREOCUPEN! Ahora que regresemos del Tour of Awesome: TJ/San Diego los voy a abarrotar de post sobre el viaje, mientras tanto bailemos al son de la cumbia.
Nos estamos leyendo
Eslem Torres
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