The Session #65 – La soledad es un amigo que no está

Hay un estigma enorme en lo que trata al alcohol, por lo menos en México (los colegas blogueros de otros países nos podrán hablar de cómo es en su tierra), nos sentimos una sociedad muy abierta y de moral laxa pero no somos más que los mismos conservadores de siempre. Uno de esos casos es como estereotipamos al bebedor solitario.

Recuerdo muy bien que un domingo por la mañana mientras ponía el asador para una carne asada con la familia, me tomaba con gran gusto un gin & tonic buenísimo como solo YO lo sé preparar para agobiar el calor, como mi primo estaba crudo y las mujeres de la casa no les gusta meterse al trabajo de prender el carbón pues estaba completamente solo. Un largo rato después entra una tía y pega en el grito en el cielo por verme bebiendo a horas tan tempranas y en completa soledad.

No era novedad que yo bebiera con cierta frecuencia, vaya, aun antes de entrar al mundo de la cerveza ya tenía un background extenso en cocktelería (mi arma preferida para engatusar mujeres por supuesto) así que no supe cual era la sorpresa. Al parecer para ella (la tía conservadora con un hijo que es un desmadre pero a sus ojos es un pan de Dios) yo estaba iniciándome en mis primeros pininos para el alcoholismo porque, beber solo, es el paso natural que lleva del bebedor ocasional al teporocho sin remedio. Needless to say que esa tardeada familiar se convirtió en una intervención para mí.

El tema de este mes en The Session es precisamente nuestra opinión sobre esta práctica, el ir a un bar, pub o cantina completamente solo.

Ya he escrito que beber acompañado es una práctica que me gusta, pero es por la compañía más que la bebida, bien podría pasar una tarde con un grupo de amigos jugando blackjack con limonada mineral que con unas Imperial Stout, aunque claro, el cliché nos obliga a que no podemos juntarnos un grupo de hombres a hacer alguna actividad si no hay alcohol en la mesa.

Pero, algo que es probable no sepan, es que soy una persona que disfruta enormemente el estar solo. Por ejemplo este post lo estoy escribiendo un viernes por la noche, solo en mi casa, bebiéndome una cerveza. Además así es como me gusta evaluar lo que tomo, sin distracciones ni malas compañías (como la del becario).

En cuanto a ir a un bar solo, tengo que admitir, me cuesta trabajo. Aun no puedo romper ese estigma que me han heredado tanto mi familia como la sociedad de que si voy a echarme unas cañas solo estoy al paso del alcoholismo y depresión. Vaya a mi me gusta la idea, pero me cuesta trabajo llevarla acabo y mas porque si quiero justificarlo no entienden bien mis razones. Por ejemplo:

-          Fui al bar a tomarme una cerveza, ocupaba urgentemente una cerveza después de este pesado día.

-          Goey, me hubieras hablado, yo también quería ir.

-          Ocupaba estar solo

-          ¿Solo? ¿Tomar solo? ¿Por qué?

-          Nada en especial, solo quería estar tranquilo y solo

-          No, no entiendo, algo traes ¿te encuentras preocupado? ¿estas enojado? ¡Que pasa! Eso no es normal.

-          A la chingada ¡no quiero compañía y ya!

Si, hay gente que decirles un simple NO, no les entra por ningún lado, quieres un discurso completo de justificación.

Esa es una de las razones por las cuales no suelo ir a un bar en mi completa soledad, porque aun pensando que quiero ir a tener paz y tranquilidad, es difícil teniendo en cuenta que siempre hay bastante barullo en los bares y lo más importante, aun no logro romper el estigma. Y eso que no estoy contando que también en los mismos bares te hagan cara de WTF por estar tu solo. Me pasó en un Sierra Madre Brewing Co. y desde entonces dije vete al diablo tu y tu mugrosa cerveza sabor mantequilla.

Y por si se lo preguntaban, no, mi familia aun no ha logrado hacer que sus intervenciones funcionen ¡NO ME ATRAPARAN VIVO!

Nos estamos leyendo

Mr. Moustache