viernes, 4 de enero de 2013

The Session #71: Brewers and Drinkers






En esta ocasión me gustache mucho el tema para el The Session de Enero, a diferencia del #70 que era prácticamente el #69. Ahora vamos a platicar de la relación que tiene el beber cerveza con hacer la cerveza, un tema que en lo particular, como un ocassional brewer, me parece bastante significativo ¿Qué tanto altera nuestra percepción para beber cerveza cuando tu empiezas también a hacerla? ¿No pasa nada? ¿Te vuelves un beer nazi? ¿Pierdes la habilidad de poder tomarte una cerveza sin estar preocupado por sus características y beber solamente, por disfrutar? Todo esto y más lo platicare en un ámbito personal.

Yo no me considero a mí mismo aun un homebrewer por lo limitado de equipo que es lo que me afecta en no hacer tanta cerveza como me gustaría, por lo que soy el compinche casual que se deja ir a ayudar a todo el que diga voy a hacer cheve ¿Quién me ayuda? Pero por supuesto que el saber el proceso, la química y demás aspectos técnicos de la elaboración me afectan al disfrute del beberme una cerveza, aunque podría atreverme a decir que cualquier bebida alcohólica en lo general.

Lo primero que le digo a todas mis amistades que quieren aprender sobre cerveza y tomar todas esas rarezas que me bebo (aunque rareza le dicen hasta a las Minerva y Cucapá) es que si no están dispuestos a dejar a un lado la costumbre del tengo que beber un chingo para ser bien hombre además de la idea de que esas cervezas son caras no van a llegar muy lejos y solo les voy a arruinar la vida. Es sencillo y bien decía el abuelo uno se acostumbra rápido a lo bueno y cuando vas para atrás a regresar a las Tecate e Indio ya las tomas con disgusto, atreviéndome a decir que amigos han dejado de tomar esas aguas minerales porque les arruine la vida y ya subieron cuando menos a Bohemia Clásica, menos mal.

Esta es una razón por la cual creo que el conocer más de lo normal de cerveza te arruina un poco la forma de apreciarla, para mí es muy difícil querer ir a una carne asada con familia o amigos y lo único que hay es Tecate Light en lata y bien fría. Yo lo primero que hago es rechazar el ofrecimiento pero empiezan con el típico ataque regiomontano del pos no que tomas mucha cheve, pos no que te gusta la cerveza, nombre puro pájaro nalgón y demás ocurrencias que aún así no me convencen a tomar agua mineral, si acaso hay Indio ya chingué pero lo último que pienso cuando bebo algo así es sus características organolépticas y evaluación basada en estilos (que déjenme decir que en ese plano la Carta Blanca sale bien parada, a pesar de la fama que tiene de cerveza de albañil).

Otra es que no creo que hacer cerveza sea completamente necesario para aprender a apreciar la cerveza, aunque por supuesto es altamente útil. Yo prácticamente aprendí a hacer cerveza mucho después de empezar a aprender a apreciarla, creo en mi muy humilde opinión que vale más el estar probando diferentes estilos e interpretaciones de los mismos, sean de una cervecería comercial o caseras, ya que al tener la experiencia sensorial te ayuda a distinguir entre lo que es una buena y una mala cerveza, aprendes que sabores y aromas deben ir con tal y cual estilo lo que te da la habilidad hasta de poder jugar a las adivinanzas con los ojos cerrados. Todavía más pro me ha tocado conocer gente que con el puro sabor y aroma te dicen que cerveza es. Pura experiencia sensorial. Otro ejemplo clarísimo de esto, Michael Jackson, si conocen su historia sabrá que hacer cerveza no era lo suyo y sin embargo fue una de las máximas autoridades cerveceras del mundo.

Yo traigo la idea que esto de involucrarnos en la cerveza tiene sus etapas, desde el n00bster que apenas llega con miedo y curiosidad hasta el conocedor que ya puede apreciar desde las clásicas lagers alemanas hasta las rarezas experimentales de 27% de ABV añejado en miles de barricas con ingredientes poco usuales. Aún con esto sigo creyendo que una de las etapas es el brincar de ser el beer snob que trae la bandera de solo bebo cerveza de nano productores que solo puedes conseguir una botella al año haciendo filas y comprando boletos para poder asistir a comprarla a aquel aficionado que aún con toda su experiencia, haciendo o bebiendo, puede abrir una cerveza, sentarse enfrente de su computadora, escribir un post para su blog y no pensar en nada de evaluación sensorial, solamente pensar que buena compañía me estás haciendo. Yo le agradezco a esta Sierra Nevada Torpedo por hacerme compañía en una fresca noche decembrina mientras escribo esto.


Nos estamos leyendo
Mr. Moustache

4 comentarios:

  1. ¡Primus!, digo, ¡primis! en la fila para probar tu primera cerveza casera. Que conste.

    El día que uno cree que lo sabe todo, ese mismo día deja uno de aprender. Que nunca te suceda. Como hasta ahora, mantén siempre la humildad, ya sea bebiendo, blogueando o haciendo cerveza.

    Un abrazo.

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    1. por su pollo rafa! tengo ya creciendo el equipo y la bodega para esas futuras tandas, ya le decimos la cervecería al cuarto que tenemos de bodega!

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  2. Shot segundas, con envío a Queretarock!!!!

    Me llamo mucho la atención esto.. ¿Qué tanto altera nuestra percepción para beber cerveza cuando tu empiezas también a hacerla? ¿No pasa nada? ¿Te vuelves un beer nazi?, y esperaba que te fueras más sobre el cervecero que vende su cerveza y no sobre el consumidor que puede evolucionar a hacer cerveza casera y ya.

    Coincido en que hacer cerveza casera sin fines de lucro puede ser util para apreciar otras, pero creo que hay un alto riesgo en el que produce cerveza para venderla. Porque no es lo mismo hacerla, regalarla y beberla, que hacerla venderla y beberla. En este último caso si creo que hay un riesgo, o al menos el riesgo de un auto engaño.

    Salud!

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    1. Es imposible que un padre hable mal de sus hijos aunque sepan que son un desmadre. Yo creo que hay momentos para todo y si uno como cervecero profesional (porque ya es profesión u oficio todo aquel que ya vende su producto, no tanto por el termino de conocimiento) lanza al mercado una cerveza debe estar preparado para lo que venga, sea comentarios buenos o malos y saber tomarlos como se deben.

      Yo me enfoqué mas al casero y bloggero porque hablo de lo que sé, que es mi experiencia y si, saber hacer cerveza, su química, sus procesos y demas me afecta en la "apreciación" pero no en el disfrute ya que hasta para mi es cansado, tedioso y aburrido ponerme a evaluar sensorialmente una cerveza siempre que tomo y mas si tengo tan buena compañia a un lado.

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