viernes, 4 de mayo de 2012

The Session #63 – A ver ¿Como era?

No tengo ni la mas remota idea que quiso decir Pete Brown (uno de los escritores mas respetados en al actualidad en lo que respecta al cerveza) cuando propuso este tema para la sesión de este mes, pero este fue el post de cuando lo anuncio.

Por lo que entendí va ligado al mes anterior (la sesión #62) donde discutimos que nos motiva a los beerbloggers a escribir. Brown discute que realmente el interés profundo por el tema en el campo real es inexistente y lo podemos ver cuando visitas cualquier bar, de hecho se atreve a afirmar que los blogs de cerveza solo son leídos, pues, por otros bloggeros de cerveza. Él insiste en que lo que realmente trasciende es el momento cuando te la tomas, no el pensar en sus características organolépticas, mucho menos en su efecto de sedante en nuestro cuerpo, para nada, él ve lo que pasa a tu alrededor, lo que sientes en cada sorbo, la alegría del momento (a menos que estés bebiendo porque te acaba de dejar tu novia, por lo que ya no sería tan alegre).

A mi eso me parece completamente absurdo pues en mi situación solo tengo dos formas de beber cerveza, la primera y la que menos disfruto es cuando tomo para calificar organolépticamente una cerveza, lo que vendría siendo las evaluaciones que aquí escribo. No me mal interpreten, me encanta escribir del tema, sino no tendría este blog, pero siendo sincero me gusta mas disfrutarla como cualquier mortal que preocupándome por buscar virtudes, sabores detrás así como sus defectos y desviaciones.

Cuando estoy evaluando me pongo bastante quisquilloso, odio que haya mucho ruido a mi alrededor, que haya aromas y olores muy fuertes cerca (dígase perfume, olor a “carne asada”, cigarro u otra cosa que pueda alterar mis circuitos) o simplemente que me molesten en mi ritual. ¿Por qué? Pues si me lo estoy tomando en serio también me gusta hacer las cosas lo mas adecuadas posibles. Podrán creer que es demasiado protocolo y lo es, pero así me gusta evaluar lo que tomo.

En otro lado está cuando quiero echar una cerveza al final del día o con amigos, me importa un carajo ponerme a buscar sus sabores y aromas, que tanta potencia tiene, si va acorde al estilo y demás preguntas que me hago al catar. Simplemente abro una botella, sirvo en un vaso y a disfrutar haciendo cualquier otra cosa, ya sea platicando con otras personas, escuchando un buen disco, viendo una película, pre, durante y post snu-snu, leyendo un libro o acompañando mi comida, vaya, cosas donde la cerveza pasa a segundo plano y es un acompañante mas que un estelar. Esto es lo que me gusta más.

Algo en lo que tampoco coincido con Brown es que dice: aunque tomemos vil Corona azorrillada o una Imperial Stout añejada en barricas de bourbon con mierda de zarigüeya (me imagino que se refiere a esta cerveza) se trata del momento más allá que el líquido mismo. Vaya no se ustedes pero para mi, aunque solo quiera una cerveza para terminar el día me importa mucho si es una Corona o una Beer Geek Brunch Weasel, sobre todo por el clima y de que traiga ganas.

Por ejemplo ahora que empezamos los calorcitos se me antoja muchísimo unas witbier, blonde ale, saison, pilsner y hasta hefeweizen alemanas, que si me llega algún amigo diciendo bebamos una Tokyo lo voy a mandar de regreso por donde vino pues ¿Quién va a disfrutar una Imperial Stout de 18.2% de alcohol debajo del sol a 40°C? Lo mismo pasa cuando estamos en invierno y me invitan unas Witbier, a 10°C se me antojan las Tripel, Brown Ale, Porter, Imperial Stout y Belgian Dark Ales.

Hay claro estilos que yo disfruto todo el año como Pale Ale, IPA, Gueuze o Bock pero si tengo preferencias dependiendo la situación.

Creo que hay momentos para todo y se que no todo el mundo aplica el protocolo de cata ya que usan la cerveza como acompañante, de su conversación, de su comida o de alguna actividad lo cual si, es mas trascendente que la bebida misma. Me encantan esos momentos pero creo que los mismos no necesariamente tienen que ir ligado a la cerveza, puede pasar exactamente lo mismo con un café por la mañana con tu novia (acompañando deliciosos hot-cakes om nom nom nom), una jarra de limonada natural con tus sobrinos, un Godivatini con tu ligue en el bar de moda o con latas de agüita mineral amarilla a la orilla del rio en vacaciones con tus amigos.

No se a que se refería Pete Brown al proponer el The Session de este mes, pero esto fue lo que yo entendí.

Nos estamos leyendo
Mr. Moustache

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