Juzgando El Libro Por Su Portada

Me cae muy gorda esa frase porque a mi me gusta mucho la publicidad (por ejemplo esta de Tipp-Ex que sin duda es la mejor que he visto ¡renovarse o morir!) y parte de una buena publicidad ocupas un buen diseño, una buena imagen, una etiqueta que se te quede grabada. Yo he comprado vinos, cervezas y destilados solo porque veo la etiqueta y digo “esta con madres” y me he llevado unas decepciones cabronas, pero también me he llevado increíbles sorpresas.

Y es cierto, no podemos juzgar que tal estará la cerveza por ver la etiqueta pero si nunca la hemos probado ni tampoco tenemos una recomendación al respecto pues la única opción que tiene para que la compres es la presentación y se chingo, más cuando estamos en una sociedad que la gente desconoce muchísimo del tema de la cerveza.

De entrada yo no confiaría en ninguna cerveza cuya etiqueta parezca hecha en Word con letras Comic Sans y un dibujo que venga en imágenes prediseñadas, que las hay. Digo, inmediatamente me está mandando el mensaje “me importa poco mi imagen, lo que posiblemente se refleja en que me importa poco mi producto”. Sí, yo se que igual y muchas cervecerías al abrir no tienen el capital como para pagarle a algún artista les diseñe unas etiquetas poca madre, pero por el amor de Dios ¿enserio te atreves a hacerlas en Paint?

Yo si le he sacado la vuelta a varias cervezas solo por la etiqueta, se que está mal, pero no me dan buena espina. Ahora, hay de todo tipo, desde las garigoleadas que tienen tupido de imágenes y texto que entre tanto revoltijo no distingues nada, y las tan sencillas que ni siquiera tienen etiquetas. Esta última es enserio, ahí tenemos las Westvleteren que solo las distingues por la corcholata.

Ahora aquí viene otra pregunta ¿si la etiqueta de tu cerveza cambiara a verse exageradamente hortera (o sea, literal en Comic Sans con imágenes predeterminadas de Word) cambiaria tu percepción hacia ella? Aquí va el duelo mental pero yo creo que sí. Digamos que para tu grupito cervecero en el que te juntas a tomar pues les vale, equis como se vea la etiqueta lo que les importa es lo que viene adentro, y tienen razón, pero ahora imagínate que llevas unas botellas a casa de tus suegros para cenar y la etiqueta en vez de ser la minimalista y bella etiqueta de Sofie o Lolita tiene a una encueratris estilo la Tongolele enseñando media pechuga, pierde toda credibilidad. A menos claro, que a tu suegro le guste Tongolele.

 Lo que si de entrada me llama la atención y me da confianza es ver que las cervezas tengan un mismo estilo, por ejemplo ahora la nueva presentación de Cucapá o las de Minerva y Tempus que sus etiquetas siguen la misma línea, igual con Dogfish, Stone, BrewDog, Victory o Kernel por dar unos ejemplos.

Así que invito a todas las cervecerías que van surgiendo (y que van a surgir) a echarle un poquito más de ganas en su imagen porque al fin y al cabo si quieren entrar a un mercado “gourmet” o intentan posicionarse en restaurantes muy elegantes o sofisticados, no creo que les vaya muy bien con la Tongolele en su etiqueta.

Nos estamos leyendo

Eslem Torres Eriksson

*Si, yo se que la frase va a que no debes juzgar a una persona por como lo veas, pero aquí hablamos de cerveza, no de relaciones humanas, eso es en el blog de alado.