lunes, 11 de julio de 2011

¿Chelero o Cervecero?

Antes de empezar a evangelizar, generar interés y hablar sobre cerveza artesanal, creo que es mi deber primordial aclarar un punto muy importante, que es el que creo dividirá de una vez por todas la frágil línea entre aquellos que aun disfrutan sus chelas y se niegan a conocer el mundo mas allá del agua mineral y gente que, como nosotros, eligió tomar la pastilla roja y conocer mas allá de lo que los grandes monopolios quieren que conozcamos, dividir entre lo que es un cervecero y lo que es un chelero.

Primero y de entrada no confundamos el termino cervecero con el maestro cervecero, el segundo es aquel al que le debemos agradecer las cervezas que nosotros tomamos, es el encargado de crear las recetas de aquellas bebidas que tanto disfrutamos, el artista que diseña en su mente y luego en práctica esas rarezas que van fuera de los métodos tradicionales. Pero como al decir cervecero también a los que bebemos cerveza de verdad, puede llegar a confundir un poco, de una vez amenazo (y como en viejos artículos tal vez se han dado cuenta) que yo voy a darle otro título, que de hecho me lo fusile de Alejandro “el alHiboux” un homebrewer regiomontano, de ahora en adelante cuando mencione al Brebajero que quede registrado que es mi manera de decirle, respetuosamente, al maestro cervecero. Ya que quedó claro este punto continuo. “Que huevos los de este pelado de andar cambiando nombres a su chingado gusto” han de estar pensando ustedes.

Primero ¿Qué es un chelero? Es aquel personaje que le dices cerveza y piensa en Corona y Tecate, que para él, que haya variedad en un bar es que pueda escoger entre Indio, Sol, Superior y Carta Blanca, que ve una Heineken o una Carlsberg y piensa que son cervezas alemanas (true history!). Aquellos que se juntan con amigos a hacer carne asada mientras ven un partido de futbol, pero la cheve solo es un complemento indiferente; “tráete Tecate Light” te dicen como si en verdad pudieran encontrar diferencias entre las “variedades” que encuentras sin problemas en un OXXO.

¿Es algo malo? ¿Es inaceptable? ¿Barbárico? ¿Naco? La verdad es que no, quieras verlo como quieras verlo, aun ya estando en “nuestro lado”, esto sigue siendo una cultura muy mexicana, mucho muy marcada aquí en el norte del país, carajo, si el Volcán de los Tigres es considerado como la cantina más grande de México (que a mí no me engañan, esa es la Feria de San Marcos). Un ejemplo muy grandísimo para aquellos que estamos en Monterrey o están familiarizados con los rumbos. Cuando hay un partido importante de Tigres o Rayados vayan a una carnicería ¿Cómo está el lugar? Abarrotadísimo, no se diga cuándo es el clásico regio ¡desde un día antes ya hay gente haciendo sus compras para la carne asada! Y esa tradición regiomontana va acompañada de sus clásicas cervezas locales, que no es más que las de Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma (ahora parte del gigante Heineken).

Es del modo que lo veas una cultura, que viene de muchos años, yo por ejemplo no nací aquí, pero venia siempre en vacaciones ya que toda mi familia materna es de acá y, desde que tengo memoria, la carne asada con las cervezas era una tradición. Y, lo confieso, yo también en mis primeros años de carrera era parte del ritual, me juntaba con varios amigos, comprábamos carne, carbón, nos juntábamos en casa de alguno y a empezar la reunión. A mí la verdad nunca me había gustado las chelas, no les encontraba sabor, así que yo mejor me hacia micheladas o compraba algún vodka o brandy para mí y algún rezagado igual que yo que prefería tomar otras cosas.

A mí me gusta mucho esa idea porque, te das cuenta, que une a las familias, a los amigos, se desestresan y conviven de poca madre. Entonces pensando de esta manera ¿Por qué voy a decir yo que es una práctica que habría que erradicar? Pero pasa algo curioso, en todos estos casos la cerveza es lo último que les importa y lo entiendo, pero lo ven más como un medio para “aflorar la alegría” que como un excelente complemento para la comida. ¿Si me entienden? Es la cultura del “lets get wasted!”, tomar por cantidades, comprarte un 18-Pack nada más para abrir garganta y cuando veas que solo queda una ronda en la hielera, mandar por otras más para seguirle. Algo que en lo particular no entiendo porque para mí es una tortura por ejemplo, comer con cheve, muy diferente si para una carne asada me llevo una sabrosísima Brown Ale, pero si no hay de eso mejor me tomo un refresco, da más sabor.

¿Qué hago yo en estos casos ahora? Fácil, llevo algunas cervezas para mí y para compartir. Ciertamente aunque les lleve algo muy especial, ni me van a hacer caso, tienen otra prioridad en el momento, sin embargo al acercarles un vaso con una bebida diferente y la clásica frase de “prueba esto, seguramente no has tomado nada igual” al menos ya te voltean a ver un poco. Pero creo es el lugar menos apropiado para intentar evangelizar a alguien. Ya si de plano no conozco a mucha de la gente de ahí y creo poco práctico llevar cerveza para todos, mejor compro un vino o un licor.

Ahora ¿Qué es un cervecero entonces? Como ya lo estarás imaginando, es el caso contrario, los que ya hemos sido arrojados al mundo real, aquellos que por curiosidad propia o introducción ajena estamos conociendo, explorando, aprendiendo y algunos apasionándonos por el tema. Somos entonces, los que si hemos tomado una cerveza.

¿Entonces las Tecates, Corona, Modelo, Indio, Sol y hermanas, no son cerveza? Pues legalmente sí, es una bebida alcohólica hecha con agua, levadura, lúpulo y malta; y también es cierto que se le agregan diferentes ingredientes especiales que es lo que les da su característico sabor. Pero ya que has probado una verdadera una verdadera lager o una más fuerte ale y regresas a tomar un vaso de estas, me vas a dar la razón de que es, en verdad, un agua mineral.

Me he topado con personas que juran y perjuran que a ellos no les gusta la cerveza y claro, yo también decía lo mismo antes de encontrar mi primer amor la Minerva Stout . Yo siempre digo eso y es creo ya mi frase cliché de evangelización, si dices que no te gusta la cerveza, es porque, en realidad, nunca has probado una” Así de huevos me atrevo a asegurarlo, mi trabajo ahora es pensar en que cerveza te voy a dar para que cambies tu opinión respecto a esta bebida.

La cultura cervecera es eso, buscar cosas nuevas, probar sabores que nunca pensaste que habría en una cerveza, saber que lo que estas tomando es, de hecho, como se suponía que debía ser la esta bebida desde hace tiempo y sobre todo, querer compartir esto con el mundo, un secreto tan bien guardado que a todos (me incluyo, pase por ahí) nos hace creer que la cerveza es solamente eso que los gigantes están produciendo.

Y por supuesto, como ya lo comente en un artículo que hice hace tiempo para ConEspuma.com, no importa que seas chelero o cervecero, estos pueden convivir perfectamente en el mismo bar, en la misma fiesta y en la misma reunión para ver el partido mientras comen carne asada. Yo no he conocido hasta ahora un cervecero que diga “si tu, barbárico animal bebedor de aguas amargas ligeramente carbonatadas, no podemos convivir en la misma área”, ya un amigo me platico que se estaba poniendo así y le tuve que dar sus cachetadas para que pusiera los pies en la tierra, vaya, tomar algo de mejor calidad no te hace superior, sorry si les toco una fibra pero es verdad.

Lo único que si podemos hacer es, invitarlos, hablarles un poco (tampoco ponerte muy geeky) darles a probar algo que creas conveniente para sus gustos y así, tal vez pasar de ser un chelero a ya estar en nuestro mundo cervecero, sino pues, no importa, no creo que deje de ser menos tu amigo o familiar por no seguirte en tus paciones, nosotros hacemos el intento, ya queda en ellos elegir la píldora roja.

Nos estamos leyendo
Eslem Torres Eriksson

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