viernes, 1 de julio de 2011

Mikkeller Beer Geek Bacon


La última que nos echamos esa noche fue otra de las clásicas de Mikkeller y otra variación de la famosa Geek Breakfast. Para esta edición se uso maltas ahumadas para darle un sabor característico a la cerveza, un sabor que nos recuerda a jamón ahumado y tocino, de ahí viene el nombre Bacon. Fue una gran oportunidad de probar ambas cervezas de la serie Beer Geek Breakfast ya que así podíamos comparar dos cervezas que tienen la misma base, pero con una pequeña variación, la anterior recordemos tenía una carga de lúpulo extra a la original, aunque para ser sincero hubiera sido mucho más acertado hacerlo con la Beer Geek original.

En fin, yo ya sabía que esperar de las cervezas con maltas ahumadas, sin embargo nunca me había topado una Stout. Veamos qué tal le fue.


Nombre: Beer Geek Bacon (alias la Tocinote)
Cervecería: Mikkeller (pero es elaborada en la cervecería Nøgne Ø)
Estilo: Oatmeal Stout
Alcohol por Volumen (ABV): 7.5%
Cantidad: 500ml
Procedencia: Copenhague, Dinamarca (pero es elaborada en Grimstad, Noruega)
Vaso Utilizado: Taster Regular (vaso para prueba generales)
Precio: $155 en The Beer Box San Pedro

Vista: Color absolutamente negro, no pasa nada de luz, espuma color crema y muy grande al verterse pero se baja rápidamente, dejando un lazo muy pequeño.

Olfato: Aroma intenso a tocino, un poco a café, cuero y café. El ahumado acapara todo.

Gusto: Sabor a café, expreso pero sobre todo a jamón ahumado, esa sensación de las maltas ahumadas junto al distintivo sabor de Stout va muy bien, pero no es una cerveza que te tomarías completa tu solo, la verdad esa botella de 500ml ocupa unas 3 personas porque tanto sabor de ahumado cansa. En el cuerpo era más ligera que la cerveza anterior.

Calificación: Buena, pero tendría que compartirla.
¿Material para cava?: Por su estilo y porcentaje de ABV tiene potencial para sobrevivir, sin embargo desconozco totalmente si la añejada le ayudaría a bajar un poco la potencia tocinotera con la que cuenta, si es así lo recomendaría.

Fue una cerveza interesante, muy rica y sobre todo para compartir. Posiblemente la compraría de nuevo pero solo con la intención de volver a juntarla con las demás de la serie Beer Geek Breakfast. No desagrada en lo absoluto y se disfruta, pero creo que en lo personal (y Rafa Ibarra y mi becario lo sintieron igual) no es una cerveza para tomar solo, pues tanto ahumado cansa.

Al final de estas joyotas saque del refrigerador una Bufadora de Cervecería Tijuana, ya que estábamos hablando sobre cervecerías mexicanas y yo comente que esa es la única que hace Tijuana que me tiene enamorado, ya que Rafa no la había probado la saque para darle matarile y cerrar la noche, pero desgraciadamente me toco una botella tostada (un término que yo uso para decir que salió contaminada, mala o con algún error que no debería tener) ya que venía con un exceso de sabor a cereza el cual ni en el estilo ni en esa cerveza se tiene, lo sé porque es una cerveza que tomo seguido. Y pues que pena, yo platicándola como una gran cerveza y nos salió así. Ni modo a veces nos toca perder.

Otro daño colateral fue que rompí uno de los vasos mientras lo agitaba para quitarle el exceso de agua de cuando limpie el vaso para la siguiente cerveza. Afortunadamente yo uso cristalería guerrera y nada similar a Riedel o cosas así, exactamente por cosas como estas. En la siguiente serie platicaremos las Mikkeller que nos faltaron.

Nos estamos leyendo
Eslem Torres Eriksson

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