Pues para terminar la noche salió la bomba, la más esperada y deseada de la noche, además de que tenía unas expectativas muy grandes por cumplir pues es de hecho de las cervezas más caras que he podido comprar aquí y claro, conforme mas pagas por una bebida, mas expectativas generas que debo cumplir para que digas es buena y vale la pena o ni borracho la vuelvo a comprar. Esta es la historia de esta cerveza.
Esta cerveza en especial es una edición alterna de la Monk’s Brew (o Monk’s Elixir como viene etiquetada) la cual es añejada en barricas de vino tinto y en el proceso se le inocula Brettanomyces para hacer esa magia que solo esta levadura salvaje puede hacer, claro, sabiéndola utilizar. Entonces esta cerveza además de ser un estilo Quadrupel que en sí ya esperas una cerveza bastante intensa, agrégale que tiene añejamiento en barricas de vino tinto y le meten Brett, veamos si fue un experimento fallido o la creación de un genio.
Nombre: Monk’s Elixir BA Brett
Cervecería: Mikkeller (pero se elabora en De Proefbrouwerij)
Estilo: Quadrupel
Alcohol por Volumen (ABV): 10%
Cantidad: 375ml
Procedencia: Copenhague, Dinamarca (pero se elabora en Lochristi, Belgica)
Vaso Utilizado: Copa de Tinto (substituto a Tulipa Chica)
Precio: $255 en The Beer Box San Pedro
Vista: Un color rubí intenso, turbia y sin aparente carbonatación.
Olfato: Dios Mío! Después de esta cerveza todo lo que yo creía que era un aroma potente se ha desvanecido, esto es un aroma penetrante y no bromas. Olor sidroso, acido, sin duda abunda la parte que involucra al Brett, en el bouquet sentías un aroma similar al consomé, un poco a madera y vino tinto. Impresionante, jamás en la vida había encontrado algo similar con los distintos matices de aromas y la intensidad con la que los mostraba.
Gusto: Una sensación acida muy fuerte y potente, pero para nada molestaba como paso con la Rodenbach que nos tomamos primero. Un cuerpo ligero eso sí, lo cual me sorprendió porque mi experiencia con cervezas estilo Dubel/Quadrupel es que son mas espesas, sin embargo no extrañe la sensación. En el sabor encontrabas frutas, acidez y sobre todo vino tinto. Nunca le encontré el clásico sabor a candy o clavo clásico de cervezas belgas, en lo absoluto, esta cerveza era otra cosa, nunca me había topado con sabores tan complejos y extraños para una cerveza y sin embargo no eran desagradables.
Calificación: ¡DE POCA MADRE! No quería que se acabara esta cerveza, tanto Rafa como yo nos rehusábamos a darle el último sorbo, pero yo fui más débil y la termine primero. Sin embargo el aroma prevaleció mucho rato en la copa y con eso bastaba para recordarte la gran cerveza que te acababas de terminar. Creo que jamás en la vida había tomado una cerveza tan chingona y Dios sabe que he tomado muchas que me han dejado con el ojo cuadrado.
¿Material para cava?: La verdad es que si, pero dudo que, al menos yo, pueda resistir la tentación de tener esta cervezototota en la casa y no tomarla, yo ya la tengo en la mira para hacerme con una botella (ojala y mas, pero ya saben, la economía) mínimo porque que chingonsisima cerveza es esta.
Que mas puedo decir, es una cerveza impresionante que aun costando $255 pesos por una botella de 375ml vale mucho la pena, desquita el precio y aun así, quieres comprarla otra vez. Eso sí no la recomendaría para nada a alguien que está empezando a explorar el mundo de las cervezas y sus matices, mínimo deberías estar ya acostumbrado al sabor y acidez de las lámbicas, si ya tienes gusto por los vinos tintos (lambrusco y delaware punch absténganse) también es ganancia. ¿Por qué? Aunque se escuche tal vez algo arrogante, la verdad es que no podrían apreciarla al 100. Tan sencillo como esto, le das un Petrus a alguien que nunca ha tomado un vino distinto a los Concha y Toro e igual no lo va a apreciar, lo mismo si personas que solo toman Red Label le das un Macallan 18 años en barrica de oporto. ¿Me entienden? No es una cerveza para principiantes. Sin embargo ya que logras entender una cerveza así de compleja, tu mundo cambia completamente y ahora yo solo espero la quincena para irme a hacer de otra(s).
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Eslem Torres Eriksson